martes, 19 de noviembre de 2013

CÓMO TRABAJAN LOS ARQUEÓLOGOS

Los arqueólogos trabajan mucho, lo hacen en condiciones un poco penosas y sobre todo, armados de una paciencia legendaria. Cuando vemos las piezas arqueológicas en un museo parece que hubieran surgido de la tierra, así, completas y limpias. Sin embargo la realidad es muy distinta. Los restos arqueológicos llevan enterrados miles de años a veces, […] AO El último neanderthal y la teoría de la hibridación Los arqueólogos trabajan mucho, lo hacen en condiciones un poco penosas y sobre todo, armados de una paciencia legendaria. Cuando vemos las piezas arqueológicas en un museo parece que hubieran surgido de la tierra, así, completas y limpias. Sin embargo la realidad es muy distinta. Los restos arqueológicos llevan enterrados miles de años a veces, soportando crecer sobre ellos la hierba, los bosques, pasar las civilizaciones y sometidos al deterioro del tiempo. Lo milagroso es que hayan llegado a nosotros restos, a veces, tan bien conservados. Con esos retazos los historiadores deben hacer el esfuerzo ímprobo de resolver ese puzzle, siempre incompleto, que es la historia. Una tarea complicada y que encima suele cosechar la crítica de nuestros colegas, empeñados en sacarnos los colores por un olvido, una falta de cuidado o una tesis poco creíble. La verdad es que es una verdadera puñeta, pero está bien que sea así, pues sólo de esta manera, intentando recomponer y contestar a las críticas, la ciencia avanza. Para que veáis cómo trabajan los historiadores (aunque habremos de verlo en nuestras carnes), aquí tenéis el vídeo resumen de la excavación más cercana e importante que tenemos, el yacimiento de Pinilla del Valle (sí señores…., al otro lado de la montaña), donde un equipo de arqueólogos vinculado al equipo de Juan Luis Arsuaga en Atapuerca, está investigando la vida de los neanderthales en nuestra sierra. Queridos amigos, sí, los mismos neanderthales que estudiamos vivieron por aquí, pasearon por la Fuente del Cura, pescaron en el Guadalix y tomaron el sol al pie de la Najarra y el Pico de la Pala. Posiblemente hostigarían a los animales en el Arenal, donde ahora está nuestro colegio y buscarían silex y cuarzo por el lecho de los ríos, para fabricar esas herramientas que tanto os alucinó el otro día ver hacer. Para que veáis que lo que os digo es cierto, aquí tenéis algunas noticias, enlaces y el vídeo prometido. Pinilla del Valle – Página de Atapuerca de Juan Luis Arsuaga La campaña de 2008 en Pinilla – Diario de una Excavación arqueológica El Neanderthal de Pinilla usaba mondadientes. Noticia de El País El Yacimiento de Pinilla del Valle – Museo Arqueológico de la Comunidad de Madrid

jueves, 11 de abril de 2013

EL HOMBRE DE HERTO: HOMO SAPIENS IDALTU


En 1997 el equipo dirigido por el paleoantropólogo Tim White, de la Universidad de Berkeley, California, encontró tres cráneos -dos correspondientes a adultos (BOU-VP 16/1) y uno a un niño (BOU-VP 16/5)- cerca de la localidad etíope de Herto, Formación Bouri, 225 km. al noreste de Addis-Abeba. Los fósiles estaban fragmentados y presentaban cortes y rastros de pulimento, evidenciando que fueron sometidos a alguna clase de rito enterratorio. El hallazgo no se publicó hasta 2003, cuando apareció el anuncio en la revista Nature. Los restos fueron fechados en 158.000 años y la controversia se centró respecto a la clasificación de los mismos: volvía a ponerse sobre el tapete la cuestión de las subespecies de Homo sapiens, cuestión que se creía zanjada o alejada cómodamente tras decretarse la separación entre sapiens y neanderthalensis.

"Idaltu" significa "anciano" en lengua amhárica, y se lo bautizó así porque se creía que era el más antiguo de nuestra especie actual. Pero recientemente los fósiles de Kibish, de casi 200.000 años, han probado ser los más antiguos representantes de la nueva especie Homo sapiens. La morfología del Hombre de Herto revela una serie de características "arcaicas" que, según sus descubridores, lo alejan ligeramente del rango anatómico estándar del hombre moderno. La principal diferencia está en el cráneo, que es más grande y alargado, con el hueso occipital muy angulado, además de presentar torus superior y torus supraorbital muy pronunciados.

Por otro lado su capacidad craneal de 1450 cc, la ausencia de prognatismo facial, la bóveda craneal alta y globosa, la orientación coronal de las placas infraorbitarias mostrando una fosa canina, el hueso frontal alto y la presencia de anchura craneal máxima en los huesos parietales, lo coloca entre los genuinos representantes de Homo sapiens.

Los restos de Herto han sido asociados a grandes instrumentos de piedra de hasta 19 cm., de técnica bifacial. Se sostiene que se alimentaban de animales como el hipopótamo.