sábado, 24 de febrero de 2018

MANU NOS HABLA DE COPITO DE NIEVE Y DE LOS SIMIOS


jueves, 22 de febrero de 2018

1ºB ESO ENTREVISTA A LOS ABUELOS. ANÉCDOTA


miércoles, 21 de febrero de 2018

ENTREVISTA A LOS ABUELOS 1ºB ESO. LA GUERRA


martes, 20 de febrero de 2018

YA NO HABRÁ CHIMPANCÉS EN LOS LABORATORIOS

La iniciativa Project Chimp es uno de los ejemplos más destacados en este ámbito en Estados Unidos. Con una reserva natural o santuario para animales de casi 100 hectáreas en Blue Ridge (Georgia, EEUU), este proyecto ha acogido hasta ahora 31 chimpancés procedentes de los laboratorios del New Iberian Research Center (NIRC) de la Universidad de Luisiana y durante el primer semestre de este año tiene prevista la llegada de 20 ejemplares más. El NIRC ha sido considerado durante varias décadas como el mayor laboratorio de primates del mundo, y hasta hace dos años albergaba unos 220 animales, en su mayoría chimpancés.
https://www.youtube.com/watch?v=uvfpDVts2CA&feature=youtu.be
“Los chimpancés vocalizaron diversas llamadas de alarma y luego jadearon de excitación. Sus expresiones iban desde la emoción, el asombro, el miedo, la inquietud y la intensa curiosidad. Se abrazaron unos a otros tranquilizándose y buscaron comida y materiales vegetales en el suelo del bosque, como lo hubieran hecho en la naturaleza. Inicialmente, los chimpancés no intentaron trepar a los árboles al aire libre, sino que exploraron áreas boscosas y boscosas. También jugaron a golpear las ventanas de inspección en el muro perimetral del recinto”, explican los responsables de este centro modélico en la salvaguarda de los chimpancés procedentes de laboratorios.

Extraido de http://www.lavanguardia.com/natural/20180219/44916499797/los-chimpances-jubilados-de-los-laboratorios-americanos-recuperan-la-libertad.html?utm_source=facebook&utm_medium=social&utm_content=natural&utm_campaign=lv

viernes, 16 de febrero de 2018

PIKIN, la gorila ganadora

Pikin, una bebé gorila que había sido capturada y se iba a vender para carne de animales silvestres, fue rescatada por la organización Ape Action Africa. La fotógrafa Jo-Anne McArthur tomó esta fotografía cuando la gorila estaba siendo trasladada de su antiguo recinto hacia un santuario forestal seguro en Camerún. Primero había sido sedada, pero durante el traslado al nuevo recinto se despertó. Afortunadamente, no solo estaba muy somnolienta, sino que también estaba en los brazos de su cuidador, Appolinaire Ndohoudou, por lo que se mantuvo calmada durante todo el camino.
Fotografía: Jo-Anne McArthur / Museo de Historia Natural

Otra foto finalista
El momento conmovedor de un orangután agarrando la pequeña mano de su cría, Borneo, Indonesia.


"Espero que la imagen que pueda inspirarnos a todos a preocuparnos un poco más por los animales. Ningún acto de compasión hacia ellos es demasiado pequeño", explicaba Jo-Anne. La fotógrafa, habituada a documentar el sufrimiento de los animales, en ocasiones también se topa con otras realidades menos trágicas. "A veces soy testigo de historias de rescate, esperanza y redención. Es el caso de la de Pikin y Appolinaire, un momento hermoso entre amigos", considera la activista.
Por su parte, el director del Museo de Historia Natural, Michael Dixon, alabó el reconocimiento por ser "un símbolo del poder de la humanidad para proteger las especies más vulnerables del mundo". Gracias a estas imágenes, según el responsable de la institución, podemos apreciar que "todos tenemos un papel que desempeñar sobre nuestro impacto en el mundo natural".
La fotografía de McArthur se exhibirá en la muestra  Wildlife Photographer of the Year del museo británico, donde también podrá verse a la ganadora de esta edición: En homenaje a la especie, el cruel reflejo de hasta dónde puede llegar la cacería ilegal de rinocerontes negros.

jueves, 15 de febrero de 2018

EL HOMBRE DE PILTDOWN...LA GRAN MENTIRA DEL SIGLO XX

https://www.muyinteresante.es/ciencia/articulo/el-hombre-de-piltdown-la-gran-mentira-de-la-evolucion-811476804244
En el año 1907 un grupo de científicos belgas, franceses y alemanes descubrió los primeros fósiles que arrojaban luz sobre la evolución humana. Cerca de la ciudad alemana de Heidelberg se halló una mandíbula de notable importancia para la antropología por ser el fósil más antiguo de lo que iba a ser una nueva especie, el Homo heidelbergensis. 

      En este contexto aparecieron los arqueólogos Charles Dawson y Smith Woodward. En una reunión de la Sociedad Geológica de Londres, en diciembre de 1912, afirmaron haber descubierto el eslabón perdido entre los simios y los seres humanos con el hallazgo de unos fósiles en la localidad de Piltdown, al sur de Londres. Éstos incluían una mandíbula simiesca, partes de un cráneo similares a los de un humano y un diente canino que bien podría haber pertenecido a cualquiera de las especies. En conjunto parecían sugerir que su propietario habría exhibido características de ambos y apoyaba los postulados darwinianos.

      La mayor parte de la comunidad científica y el público aceptó la historia como verdadera, salvo algunos científicos, en su mayoría de fuera del Reino Unido, que expresaron su escepticismo sobre el hallazgo de Piltdown. Tres años más tarde, Dawson tuvo un golpe de suerte y encontró los restos de un segundo Hombre de Piltdown, calmando a los pocos escépticos que quedaban. Los paleontólogos lo señalaban como el origen directo del hombre moderno, e incluso los libros de texto comenzaron a incluirlo en sus páginas.
      A lo largo de las siguientes décadas se descubrieron más fósiles humanos, pero los científicos observaron que tenían poco en común con el Hombre de Piltdown. El desarrollo de nuevos métodos químicos de datación permitió reexaminarlo y en 1953, tres reputados antropólogos británicos demostraron que todo era una farsa. El cráneo alguna vez perteneció a un hombre medieval, es decir, de unos 500 años de antigüedad y no de 50.000 como había sugerido Dawson; la mandíbula era de un orangután y el canino, de un chimpancé. No solo no eran tan antiguos, sino que los fósiles realmente pertenecían a especies distintas. Además, las pruebas mostraron que habían sido teñidos con hierro y dicromato de potasio para que parecieran antiguos y que los dientes de la mandíbula habían sido limados para darles una forma más adecuada para una dieta humana.

Hasta doce sospechosos fueron acusados del engaño, pero tres de ellos con bastante fuerza. Uno fue Smith Woodward, el ayudante de Dawson, a quien se le encontró una colección de huesos teñidos y alterados. Otro fue Teilhard de Chardin, un sacerdote jesuita, que ayudó en las excavaciones en Piltdown. Tampoco se escapó de las sospechas el famoso creador de Sherlock Holmes, Arthur Conan Doyle, quien vivió cerca de la localidad inglesa y era miembro de la misma sociedad arqueológica que Dawson y los demás. Doyle escribió acerca de los simios antiguos en su novela "El mundo perdido", de la que pudo haberse inspirado para engañar a la comunidad científica.

El pasado mes de agosto, más de cien años después la perpetración del fraude, se desvelaron los resultados de una revisión del caso que comenzó en 2008. Análisis forenses de alta tecnología han llevado a concluir que los dientes del Hombre de Piltdown pertenecían a un mismo orangután y el cráneo a dos o tres humanos medievales. También han podido identificar el modus operandi, demostrando que hubo solo una persona manipulando las muestras, y Charles Dawson fue el único asociado con el segundo Hombre de Piltdown. La motivación de Dawson probablemente habría sido la ambición científica y el deseo de ser aceptados en la élite.




martes, 13 de febrero de 2018

Nyanzapithecus alesi

«Nyanzapithecus alesi» y hace honor a la palabra «ales» que en turkano significa ancestro.
En septiembre de 2014, un equipo de investigación integrado por científicos del Turkana Basin Institute de Kenia y del Anza College, en los Estados Unidos, se daba por rendido después de una campaña bastante pobre en cuanto a hallazgos en Napudet, un yacimiento en la orilla occidental del lago Turkana, en el norte de Kenia. Las orillas del lago y sus alrededores son famosos por su riquísimo registro de fósiles de homínidos y otros primates extinguidos. El equipo juntaba los petates de campaña, bastante desmoralizado, cuando John, un joven técnico, se alejó unos metros del grupo para fumar un cigarrillo en calma, contemplando el paisaje. Distraído, pero fogueado en mil caminatas, el ojo de Ekusi se centró en una roca de la cual parecía salir algo que, tras una observación detallada, resultó ser un pequeño cráneo de primate fósil.


La excitación generalizada cambió los ánimos del equipo, con justa razón. Ese cráneo pertenecía a una nueva especie de primates fósiles, que bautizaron Nyanzapithecus alesi (del vocablo ales: "ancestro" en la lengua de Turkana).


"Alesi" abrió un mundo de interpretaciones nuevas y estimulantes sobre el origen de los simios, el grupo de primates que contiene a nuestra especie, al chimpancé, los gorilas, los orangutanes y los gibones. El fósil en cuestión, un hermoso cráneo muy completo, del tamaño de un limón, perteneció a un espécimen infantil que vivió hace unos 13 millones de años, justo en el medio del Mioceno, el período que va de 23 a 5 millones de años y en el cual evolucionaron los simios y se expandieron por África y Asia.


Los científicos del Instituto Max Planck de Antropología Evolutiva, en Leipzig (Alemania), y del Turkana Basin Institute que tuvieron el lujo de estudiar esos restos sugieren que Alesi representa la primera prueba de cómo nosotros, como seres humanos, y nuestros parientes más cercanos, los grandes simios y los gibones, evolucionamos como un grupo distinto e independiente de los monos.

Los investigadores estudiaron el cráneo de Alesi en el sofisticado Laboratorio Europeo de Radiación Sincrotrón, en Grenoble (Francia), donde irradiaron el resto con rayos X 100.000 millones de veces más brillantes que los utilizados en un aparato de rayos X como los que se usan en los hospitales. Las imágenes obtenidas fueron fundamentales para observar la estructura de la cavidad cerebral, del oído interno e incluso de los incipientes dientes adultos, todavía sin salir en la boca del pequeño.

Alesi presenta rasgos similares a los de los gibones, como un hocico pequeño y retraído, pero también aspectos similares a chimpancés y humanos, como la anatomía de su canal auditivo.
Un día caluroso de septiembre de 2014, John Ekusi buscaba algún fósil para vender en el mercado negro hasta que encontró algo similar a un cráneo diminuto, minúsculo, un fósil que jamás había visto en su vida. No sabía entonces que aquel descubrimiento no era una simple rareza, sino el posible momento exacto en que los hombres y simios se separaron de manera definitiva en el gran árbol que es la evolución, uno de los tantos eslabones perdidos que permiten armar el largo recorrido de la conformación del homo sapiens sapiens.
El hallazgo sucedió en un yacimiento desértico y ya olvidado por los arqueólogos, al oeste del lago Turkana, en Napudet, Kenia. Entonces, pasó casi desapercibido para la gran mayoría, pero no para la comunidad científica.

PISADAS EN EL LAGO TURKANA

Los restos de unas huellas de pies descubiertas en Kenia muestran que algunos de los primeros humanos caminaban como los actuales sobre pies anatómicamente modernos hace 1,5 millones de años.
Las pisadas humanas fueron descubiertas al este del lago Turkana situado al norte de Kenia
Los restos de unas huellas de pies descubiertas en Kenia muestran que algunos de los primeros humanos caminaban como los actuales sobre pies anatómicamente modernos hace 1,5 millones de años. Los investigadores, de la Universidad de Rutgers en Estados Unidos y la de Bournemouth en Reino Unido, desvelan su hallazgo esta semana en la revista 'Science'.
Las pisadas humanas fueron descubiertas en capas de sedimento con una antigüedad de 1,5 millones de años cerca de Ileret, al este del lago Turkana situado al norte de Kenia. Las impresiones aportan información sobre la forma y estructura del tejido blando que no suele poder ser accesible en los huesos fosilizados. Las huellas de Ileret constituyen la evidencia más antigua descubierta hasta la fecha de la anatomía de unos pies similares a los de los humanos modernos.
Para asegurar la objetividad entre la comparación de estas pisadas y las de los humanos modernos y otros homínidos, las huellas fueron escaneadas y digitalizadas por el director del estudio, Matthew Bennett de la Universidad de Bournemouth en Reino Unido.
Los autores informan de que la capa de sedimentos superior contenía tres rastros de huellas, dos de ellos con dos pisadas y el restante con siete pisadas y varias huellas aisladas. Otra de las superficies con pisadas se encontraba a una profundidad cinco metros mayor y contenía un rastro de dos huellas y una única pisada aislada, probablemente de un niño.

En estos restos, el dedo grande del pie es paralelo a los otros a diferencia de lo que sucede en los simios donde está separado y adaptado para aferrarse a los árboles. Las huellas humanas muestran un arco pronunciado similar al humano y dedos cortos, asociados con la postura bípeda erguida. El tamaño, espacio y profundidad de las impresiones fueron la base para estimar el peso, la zancada y el modo de andar, todos ellos dentro del rango de los humanos modernos.
Los autores atribuyen las pisadas al homínido 'Homo ergaster', los primeros 'Homo erectus' como más se les conoce, por el tamaño de las pisadas y las características anatómicas modernas. Este homínido fue el primero que tuvo las mismas proporciones corporales, piernas más largas y brazos más cortos, que el moderno 'Homo sapiens'. En Tanzania, Etiopía, Kenia y Sudáfrica se han descubierto restos de 'H. ergaster' u 'H. erectus' en fechas que coinciden con las de las huellas de Ileret.
Otras huellas fósiles de homínidos que datan de hace 3,6 millones de años se descubrieron en 1978 en Laetoli (Tanzania). Estas se atribuyeron a un posible homínido ancestral menos avanzado denominado 'Australopithecus afarensis'. Estas huellas de Laetoli son más pequeñas e indican una postura erguida bípeda pero poseen un arco menos marcado y un dedo grande del pie más similar al de los simios.

ESPECIES ENCONTRADAS EN ATAPUERCA


ÁRBOL DE LA EVOLUCIÓN HUMANA


https://elhistoriadores.files.wordpress.com/2017/11/evolucion-humana-atapuerca.jpg

EXPANSIÓN DEL HOMO SAPIENS


viernes, 9 de febrero de 2018

jueves, 8 de febrero de 2018

AUSTRALOPITHECUS por Nuria Alarcón Sahuquillo


miércoles, 7 de febrero de 2018

CORMAC NOS EXPLICA ALGUNOS DETALLES DE LOS NEANDERTALES


martes, 6 de febrero de 2018

TOÜMAI por NATALIA HERRANZ DE 1ºD de la ESO


ARDIPITHECUS RAMIDUS POR VÍCTOR 1º B


lunes, 5 de febrero de 2018

AUSTRALOPITECUS POR PEPE HERRERA DE 1ºA


domingo, 4 de febrero de 2018

HOMO SAPIENS POR CRISTINA SANMARTÍN DE 1ºA


sábado, 3 de febrero de 2018

HOMO ANTECESSOR. HERMANN 1º A


NEANDERTALES por MARÍA GUINEA 1ºA ESO


viernes, 2 de febrero de 2018

HOMO FLORESIENSIS por CRISTINA DE 1ºD