Algunas pruebas de que los primates no pintan figuras al azar sin ningún criterio vienen de algunas observaciones anecdóticas. Frans de Waal nos cuenta lo peligroso que puede ser interponerse entre un primate y su obra. En el zoo de Amsterdam, Bella, una chimpancé suele pintar muy concentrada, algo que suele hacer con gran tranquilidad. En una ocasión perdió los nervios cuando el cuidador intentó quitarle los materiales en mitad del proceso creativo.