A pesar de que el origen del espejo se remonta a la China de hace más de 2.500 años, este objeto es todavía algo reciente en muchas poblaciones de África y otras regiones, donde no lo conocieron hasta la llegada de los blancos. En el año 1975, el antropólogo Edmund Carpenter decidió filmar las primeras experiencias con espejos de una tribu aislada de Nueva Guinea llamada Biami.