"Bajo la sombra del sol": El drama de ser albino en África
Casi 3.000 personas padecen albinismo en
España, una enfermedad rara que les obliga a tener cuidados especiales
con la piel y la vista, pero que no les impide una vida normal. Sin
embargo, si hubieran nacido en África, sufrirían toda clase de
prejuicios y su vida podría correr peligro.
Casa
África y la Fundación por los Derechos Humanos 10.12.48 exhiben desde
hoy en Las Palmas de Gran Canaria "Albino, bajo la sombra del sol", una
exposición fotográfica que busca concienciar a los ciudadanos sobre el
estigma que condena al ostracismo social y a la mendicidad a miles de
personas en el continente vecino.
La exposición se basa en el reportaje fotográfico
realizado en Senegal por Ana Yturralde entre 2007 y 2010 a raíz de un
proyecto con la Asociación de Albinos de España y cuenta también con un
documental cinematográfico de Luis Arellano que narra, a través de un
caso real, el drama que padecieron los negros albinos hace unos años en
Tanzania, donde sufrieron persecución y matanzas.
El
presidente de la Fundación 10.12.48, cuyo nombre alude a la fecha de
aprobación de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, Raúl
Celdá, ha explicado hoy que esta entidad y Casa África quieren
sensibilizar a la población española sobre el alcance del problema que
padecen las personas con albinismo en lugares como Tanzania, Senegal,
Mali, Sierra Leona y otros países africanos.
Los
albinos sufren en gran parte de África rechazo en sus comunidades de
origen, se les margina, se les niega el trabajo y la educación y se les
condena a la mendicidad, cuando no directamente se les mata, como
ocurrió hace unos años en Tanzania, para comerciar con sus órganos en
rituales de hechicería.
La Fundación 10.12.48 y Casa
África quieren llevar esta exposición a diferentes lugares de España
entre 2014 y 2015 para hacer visible este problema a través de las
historias de sus protagonistas y recaudar fondos con los que financiar
un proyecto que busca reforzar la escolarización de la población albina
de Senegal, compuesta por unas 2.500 personas.
La
fotógrafa valenciana Ana Yturralde llegó a esta comunidad senegalesa a
través de la Asociación de Albinos de España, porque le pareció
interesante reflejar cuáles son las consecuencias del mismo problema
genético en un país occidental y en otro de África.
"Aquí (en España) todos los albinos tienen sus carreras, sus estudios y
viven como cualquier persona normal: son enfermeras, profesores de
universidad... y allí (en Senegal) arrastran problemas físicos, sufren
cáncer de piel porque no tienen cremas de protección solar y son
discriminados", relata Yturralde.