domingo, 7 de febrero de 2016

LA PRIMERA CIUDAD DE LA HISTORIA. Catal Huyuck

 Ruinas de Catal Huyuk
Tomada de wikimedia.org

Aunque siempre hablemos del Neolítico en torno al creciente fértil (las zonas regadas por los ríos Tigris y Eúfrates), los arqueólogos saben desde hace ya mucho tiempo que los orígenes de este periodo hay que buscarlos en las mesetas más elevadas que lo rodearon (pues la zona entre ríos fue durante mucho tiempo una geografía pantanosa y se necesitó una serie de técnicas complejas para drenarlas).
Un perfecto testimonio de este neolítico (que muchas veces se llama precerámico) es este yacimiento en la actual Turquía, creado hace ya más de 9.000 años (7.500 a C.): Catal Huyuk.
Descubierta a finales de los años 50 y restaurada en los 60 su estado de conservación es asombroso dado las fechas que manejamos.
Las casas de Catal Huyuk se construían en medianería (pared común entre dos casas), sin calles ni pasajes, y el acceso a las viviendas se hacía por el tejado, utilizando escaleras que iban de un nivel al otro.
Recreación de Catal Huyuk
Tomado de 1.bp.blogspot.com
De esta forma, las casas carecen de puerta propia y el espacio público se desarrollaba en las azoteas (este modelo urbanístico tendrá amplias repercusiones, especialmente en el norte de África, en los poblados islámicos construidos en montaña. En España se encuentran estas influencias en ciudades moriscas como Mojácar o las Alpujarras)
El material utilizado era el adobe (barro mezclado con paja y secado al sol) y vigas de madera.
Fotografía: Juanjo Martínez. Reconstrucción de una casa
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Estos hombres tenían unos rituales sumamente elaborados que, según Lewis, derivaban de una concepción cósmica (inframundo o de los muertos en la parte inferior, supramundo en la parte superior).
La propia estructuras de las casas ya representaban estas ideas. 
En sus habitaciones han aparecido enterrados cuerpos y calaveras (aunque escasos, pues deberían ser las de hombres excepcionales que podrían ayudar en la subido al Otro Mundo), mientras que la salida al mundo exterior (pues realmente sus habitaciones eran verdaderas cuevas artificiales) se realizaba por medio de una escalera de mano
Tomado de wikipedia

Por los restos conservados debían adorar al toro (uro), cuyas cabezas se colocaban en pilares y dinteles, decorando sus huesos con arcilla y yeso y pintándoles después, como si verdaderamente surgieran de la propia pared (una idea que ya debían manejar los hombres paleolíticos en sus cuevas con pinturas rupestres)

Ya más tardías son las representaciones de la diosa madre que seguro que os traerán a la memoria las Venus Paleolíticas, símbolos de fertilidad femenina que han ido evolucionando a un culto de la Diosa Madre, entronizada como luego será Isis o Cibeles, con sus órganos sexuales como principal atributo.
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Diosa Madre