Hace alrededor de 60.000 años los humanos modernos dejaron África y comenzaron a expandirse por Europa y Asia. Durante su viaje se encontraron con otros homínidos arcaicos, tal y como indican los registros fósiles: la existencia de varios tipos de homínidos se solaparon en tiempo y espacio, y los análisis genómicos de los humanos modernos y antiguos y el de los neandertales y los denisovanos confirman que estos grupos se mezclaron y tuvieron descendencia.
Como resultado, los humanos actuales de origen euroasiático han heredado entre un uno y un cuatro por ciento del ADN de los neandertales , algo que ya descubrieron en 2010 un grupo de científicos al secuenciar un 60% del genoma nuclear de los Homo neanderthalensis. Pero ahora parece que esta herencia no ha sido muy beneficiosa para nosotros.
Un nuevo estudio de la Universidad de Vanderbilt, en EEUU, ha comparado de forma directa en ADN neandertal con el del humano moderno con ancestros europeos y los resultados, publicados en la revista Science, confirman que este arcaico legado genético tiene un impacto considerable en el ser humano actual ya que está relacionado con el riesgo de sufrir varias dolencias, entre las que está la depresión, el infarto de miocardio, la obesidad, los trastornos digestivos, las enfermedades de la sangre y de la piel.
Por ejemplo, esta investigación revela que el ADN de los neandertales tiene influencia en el riesgo de desarrollar lesiones cutáneas producidas por el sol, conocidas como queratosis, causadas por células queratinocitas anormales.
Sorpresas entre los resultados
Entre las conclusiones obtenidas, también hubo algunas sorprendentes. Hay un alto número de fragmentos del ADN de los neandertales asociado con efectos psiquiátricos y neurológicos. Una parte específica de su ADN que contribuye de manera significativa al riesgo de adicción a la nicotina. También hay una serie de variables que influyen en el riesgo de sufrir depresión. "El cerebro es increíblemente complejo, así que parece razonable esperar que introducir cambios de una rama evolutiva distinta pueda tener consecuencias negativas", añade Corinne Simonti, una de las autoras del estudio.La investigadora también explica que para los casos de adicción, esta región del ADN incrementa el riesgo de sufrir la enfermedad entre 1,5 y 3 veces más. Pero para la depresión, sólo representa un uno por ciento del riesgo.
Hoy en día estas características heredadas de los neandertales no tienen ningún beneficio en los entornos en los que vive el humano moderno. Sin embargo, los investigadores creen que pudieron proporcionar ventajas adaptativas a los humanos cuando migraron a zonas fuera de África que tenían distintos patógenos y niveles de exposición solar.
Una de las variables del ADN heredado aumenta la coagulación de la sangre. Esto podría haber sido útil para nuestros antepasados que tenían que enfrentarse a nuevos patógenos, ya que permitía que las heridas cicatrizaran más rápido para evitar que se infectaran. En los entornos actuales esta propiedad se ha vuelto perjudicial, ya que la hipercoagulación aumenta el riesgo de derrame cerebral, de embolia pulmonar y de complicaciones en el embarazo.
Según John Capra, genetista evolutivo y principal autor del estudio, afirma que este trabajo establece una nueva rama de investigación sobre los efectos que han tenido acontecimientos como este en la evolución humana reciente.